Vie, Ago 14 2015
Tappan: Rock and Roll a través de una máquina imperfecta

El músico se presentará el lunes 17 de agosto, durante la tercera jornada de Rock al Parque, en el Escenario Bio.

Por: Tata Rodríguez

William Tappan es un reconocido guitarrista colombo-mexicano, que tras un largo recorrido en la industria musical, decidió en 2011 comenzar su proyecto de Rock independiente.

Actualmente, se encuentra promocionando su segundo álbum ‘Teoría de la Máquina Imperfecta’, álbum que se grabó en mayo de este año y que plantea una sinergia orgánica en la que cada instrumento se estremece en su quehacer rockero.

En Evolución Rock tuvimos la oportunidad de conversar con Tappan sobre su nueva producción discográfica y su proyecto musical, su evolución como artista y su participación en la nueva edición de Rock al Parque.

¿Quién es Tappan? ¿Cómo podemos definir a Tappan?

Es un músico que decide emprender un proyecto, simplemente denominado Tappan. Es curioso esto porque no me gusta mucho el término de solista; al fin y al cabo un solista es solo una persona contra una pared, tocando una guitarra, y ya. Lo que realmente está pasando acá es que hay un grupo de personas trabajando por sacar adelante esto como es el equipo de prensa, de management, mi banda, quienes son importantes para mí, porque yo no tengo un músico un día y al otro, otro. Con ellos grabo y monto las canciones. Entonces eso es Tappan: Cuando estoy en un escenario, soy yo y mi banda.

Antes trabajabas para otros músicos. ¿Cómo fue ese paso de trabajar para otras personas y lanzarse a hacer su propio proyecto?

Fue un brinco de tomar la decisión de hacerlo. Fue simple, sin querer decir que fue tan fácil, pero la determinación de emprender este proyecto me llevó a darme cuenta que, cómo lo quería hacer, no funcionaría si yo estaba subido en una tarima tocando con Pepito Pérez y luego con Pepito Pérez. Creo que se podía perder y confundir un poco, y, sobre todo, que al ser algo tan honesto y con un discurso más real creo que se producía un corto circuito.

Entonces fue una cuestión de tomar esa decisión y sacrificar un poco lo que podía ser trabajo; pero era necesario hacerlo para que hubiera mucha más coherencia y tuviera más peso del que yo quería proponer.

Y desde entonces, ¿cómo te ha ido en esta aventura?

¡Muy bien! Estoy muy agradecido porque desde que nació el proyecto ha sido muy bien acogido por  la gente, especialmente quienes les gusta el Rock. Es muy gratificante para mí vivir el día a día y poder hacer esto; poder cumplir este sueño, llevar mi música a la gente, tocar con la banda y compartir con estos músicos la música que hacemos juntos. Poder sentir ese “feedback” de la gente. Disfruto esto y el sentir que otros lo disfrutan al igual que uno, es algo que no tiene precio. En realidad, me siento triunfador desde el momento que noté que había otra persona que le gustaba el sonido tanto como a mí…o más.

Hace tres años presentaste ‘Carne’, como álbum debut. ¿Cómo podemos definir este trabajo discográfico?

Fue un álbum que nació a partir de la búsqueda de encontrar un sonido propio; de cómo iniciar con todo este cuento, todo este viaje. Es el principio del viaje. Es un disco más agresivo, con sonidos más fuertes dentro del Rock and Roll. Las canciones están abiertas a diferentes interpretaciones. Es un álbum del corazón, pero mucho más es de las entrañas; por eso se llama ‘Carne’. Es un desdoblamiento de sentimientos, un poco más visceral.

Actualmente estás promocionando ‘El Mismo Tren’, primer sencillo de tu nuevo disco…

Sí, es el primer sencillo del nuevo álbum ‘Teoría de la Máquina Imperfecta’. Es una canción que es mucho más positiva, mucho más “cool”. Creo que refleja en ese sentido la temática general del disco y su “feeling”. ‘El Mismo Tren’ habla de ver la vida de una manera más positiva; es decir, si todo se está yendo hacia el carajo, todos estamos en el mismo tren yéndonos al carajo; pero al final, tiene que pasar algo bueno, algo que mejore el camino. Lo positivo del asunto es pensar que en algún punto se va a enderezar el camino mismo.

Indagando un poco más en este segundo álbum, ¿por qué ‘Teoría de la máquina Imperfecta’? ¿Existe alguna razón en especial detrás del nombre del disco?

La inspiración para el nombre surgió un día que había llevado mi carro a arreglar (risas). Comencé a pensar cómo las máquinas, que son creación del hombre, heredan también un poco los defectos del hombre: se dañan, se enferman, se mueren…entonces, me llevó a filosofar un poco sobre el asunto. Me di cuenta, a partir de esto, que si uno quiere encontrar o llegar a respuestas un poco más universales es necesario salir del confort, ir más allá de sí mismo y de la forma de percibir el mundo. Aunque el nombre de ‘Teoría de la Máquina Imperfecta’ va más por ese lado, también es sobre la manera cómo se hizo el disco.

¿El proceso de grabación, como tal?

Sí. Nosotros grabamos el disco en bloque, sin metrónomo, sin correcciones de afinación, sin correcciones de enderezar absolutamente nada. Lo grabamos bajo esa filosofía y creo que en ese sentido ‘La Máquina Imperfecta’ somos nosotros; sin embargo, lleva a pensar que la perfección puede ser muy subjetiva.

Para nosotros [grabar las canciones en bloque] puede ser perfección y no el hecho de hacerlas bajo unos estándares estéticos que nos obligarían a hacer las cosas diferentes. La perfección se puede logar a partir de nuestra máquina imperfecta y eso se hace alcanzando otros colores y logrando una dimensionalidad diferente de la música. El tiempo se mueve y la canción se encuentra en un estado distinto, generando una sensación incomparable.

Y, ¿cómo fue la experiencia de grabar en bloque?

Fue increíble. Es parte de lo que nos tiene tan enamorados de esta nueva propuesta, de este nuevo disco. Nos tiene super encarretados porque logramos capturar lo que más nos gusta hacer: tocar juntos. El cómo esa interacción que surge cuando los músicos tocamos, y poder plasmarlo, es maravilloso.

¿Consideras que se está perdiendo el arte de grabar en bloque?

Esta experiencia de tocar así se está retomando. Mucha gente se da cuenta que el músico esta sesgado a hacer las cosas de cierta manera, como lo ha dictado la industria de unos años para acá; pero uno no tiene que salirse del esquema, necesariamente. Es un proceso más largo; a veces puede llegar a ser un proceso antinatural, pero también permite rescatar cómo se hacían las cosas antes porque se hacían a partir del artista, se hacían a partir de la banda, no a partir del disco.

Entonces, lograr esa sustancia y ser eso; cantarlo como uno lo tiene que cantar; tocarlo, y sonarlo, como uno lo tiene que sonar; y además plasmarlo en un disco, como si fuera una foto, es lo que en verdad queremos rescatar con este álbum. Por eso lo hicimos de esta manera.

Podemos decir que hay una gran brecha entre disco y disco pero, ¿por qué se dio esta transición? ¿Qué razones surgieron para este gran cambio?

Esta transición se dio porque empecé ‘Carne’ solo. No me quedaba otra forma para hacer las cosas que desde los demos, desde mi propio encierro. Ya luego, en el camino fui encontrando la banda, las personas que iban a estar involucradas en el proyecto y que iban a tocar conmigo. Fue un proceso largo. Además, para hacer realidad el disco, necesitaba los recursos. Al irlos consiguiendo, llevaba a cabo el álbum, poco a poco.

Otra razón fue el hecho de encontrarme; de encontrar el sonido, que eso ya es un trabajo más interior más de sentarse y mirar si hay errores en las pruebas. Yo grabé y regrabé cosas muchas veces. Y eso paso por la necesidad de encontrar un sonido propio. A la vez, también de cuando ya estaba tocando con la banda y todavía no había terminado el disco, el darme cuenta que quería hacer algo todavía más honesto, en cuestión de sonido, porque siempre ha habido honestidad en cuanto a las canciones, pero llegué a un punto que dije: “la producción tiene que ser mucho más coherente con lo que está pasando en el escenario”. No puede ser algo diferente porque sonaría diferente y no tendría sentido. 

Recuerdo que una de las presentaciones que se destacaron en Rock al Parque 2013 fue precisamente la de Tappan. ¿Qué se aprendió de esta experiencia?

Fue una experiencia difícil por diversos aspectos. Era un escenario que yo abarcaba por primera vez como artista, no como músico. Como músico ya lo había hecho en conciertos grandes con otros artistas, pero no era tan personal. Ahí simplemente estás haciendo tu trabajo. Es chévere, pero no es tan personal; mientras que aquí si es “párate y pon la cara”. Es entablar un discurso con la gente, generar una comunicación y, a partir de tu propia propuesta, desnudar el alma, por así decirlo.

Al principio es complicado, pero no es antinatural, gracias a que es honesto; entonces fluye aunque es difícil romper esa muralla de que la gente que no te conoce, no conoce tu música. Es difícil romper ese hielo. Entonces Rock al Parque te ofrece un espacio super importante, pero también un reto igual de importante: romper con todo eso y lograr una conexión con la gente; una conversación fluida y natural, más allá de cualquier aspecto técnico que puede no salir; más allá de toda esa cuestión. Afortunadamente, salió mejor de lo que en ese momento estuvimos conscientes.

¿Por qué?

Porque en ese momento surge un choque de emociones. Uno se goza mucho el estar en el escenario, sin importar si fue muy pulcro o muy pulido y la gente no nota eso. Ellos se quedan con todo lo que uno logró transmitir y eso es lo más importante: logramos transmitir lo chévere que nosotros lo estábamos pasando y planteando a partir de las canciones y de la misma música.

Este año, participas nuevamente en Rock al Parque; y teniendo en cuenta que ya hubo un primer encuentro con este público, ¿cuáles son las expectativas para Tappan en esta nueva edición del Festival?  

Que haya la misma buena energía. Esta vez, será un show diferente ya que ha habido mucha evolución en el proyecto y también sé que la experiencia del Rock al Parque anterior, nos va a dar una especie como de colchón para sentirnos con más confianza, para fluir bien y, tal vez, para no abarcarlo con esa ansiedad que había hace dos años, sino ya un poco más serenos y mostrando otra cara de la moneda.

También ser un poco más atrevidos en ciertas cosas, gracias a la confianza que adquirimos al tocar allá una vez y tener ese conocimiento presente. Los nervios siempre van a estar ahí (risas). Tappan ha sido una propuesta que ha evolucionado. Eso es lo que vamos a plantear allá.

Finalmente, y además de ser seleccionado para la Rueda de Negocios del Bogotá Music Market de este año, ¿cuáles son los planes a futuro para Tappan?

Tenemos un par de presentaciones. Un show en La Ventana, el 20 de agosto y posiblemente, tengamos otro show para el 28. Ya viene el lanzamiento del disco que será más o menos en dos meses. Esto para nosotros es un gran proyecto porque implica tratar de llevar la música a la gente, los nuevos sencillos y la nueva propuesta. El cómo hacerlo, es ya también un gran proyecto para nosotros.